La edad del Universo es de aproximadamente 13,7 ± 0,2 miles de millones de años. Es notable el hecho de que tres mediciones independientes sean consistentes, por lo que se consideran una fuerte evidencia del llamado modelo de concordancia que describe la naturaleza detallada del Universo.
Y la edad del origen de la vida es!!!
Dado que estos autómatas aparecieron probablemente entre 4 200 y 3 800 millones de años durante la fase de bombardeo intenso de la Tierra (entre 4 100 y 3 800 millones de años), debían ser lo bastante robustos y simples como para sobrevivir a tales cataclismos y eventualmente empezar de nuevo varias veces. Si ése es el caso, tales autómatas deberían poder ser reproducidos en un tubo de ensayo. El descubrimiento de vida extraterrestre en un cuerpo celeste que presenta un entorno similar al de la Tierra demostraría la relativa sencillez del surgimiento de la vida y reconfortaría a los químicos en su trabajo. La idea de vida más allá de la Tierra está anclada en el imaginario humano desde la antigüedad. Epicuro, 300 a.C., escribía ya a Herodoto: "Hay infinitos mundos... los cuerpos llenos e indivisibles, de los que están formados y en los que se resuelven los compuestos, presentan formas tan diversas que no podemos conocer su número, ya que no es posible que tantas formas diferentes provengan de un número limitado y comprensible de figuras semejantes". Más recientemente, esta idea no ha dejado de alimentar una vasta literatura de ciencia-ficción. Al mismo tiempo, los progresos espectaculares de la biología molecular permitían poner en evidencia la extraordinaria complejidad de la vida celular y de sus mecanismos de regulación. Se desarrolló entonces la idea de que tal complejidad sólo podía haber sido, en su origen, el resultado de un concurso de circunstancias absolutamente excepcional. Antoine de Saint-Exupéry escribió: "De una lava en fusión, de una pasta de estrellas, de una célula viva germinada por milagro salimos y, poco a poco, nos elevamos hasta escribir cantatas y pesar vías lácteas".