Los cometas son una fuente importante de meteoroides. Tras muchas visitas cerca del sol, el núcleo “bola de nieve sucia” de hielo y polvo de un cometa se desintegra y fragmenta, dejando una estela de meteoroides a lo largo de su órbita.
Algunas “corrientes de meteoroides” atraviesan la ruta orbital de la Tierra, y cuando nuestro planeta pasa a través de ellas, algunas de estas partÃculas entran en la atmósfera. El resultado es una lluvia de meteoros, siendo las más famosas la de las “Perseidas” en el mes de agosto y la de “Leónidas” en noviembre.
La lluvia de las Perseidas empieza suavemente a mediados de Julio, cuando la Tierra entra a los bordes de una nube de desechos dejados por el cometa Swift-Tuttle. Meteoritos del tamaño de polvo que atraviesan la atmósfera dejarán rayos de luz a través del cielo nocturno, inicialmente como un rocÃo, pocos cada noche, hasta llegar a ser bastantes.
Cada año, entre finales de octubre y principios de noviembre, explica, la Tierra cruza un rÃo de polvo espacial asociado al cometa Encke. Diminutos granos golpean nuestra atmósfera a 65000 mph (104000 km/h). A esa velocidad, incluso la más minúscula mota de polvo provoca un intenso rayo de luz, un meteorito, cuando se desintegra. Dado que estos meteoritos salen disparados de la constelación de Tauro, se llaman Táuridas.